Ascendente en Virgo – descubre cómo eres

Las personas de Virgo son perfeccionistas, meticulosas e inteligentes. No obstante, algunas de estas características podrían resultar lo opuesto de otros signos. La pregunta que cabe hacernos es ¿cómo puede ser que el ascendente afecte al signo cuando son tan dispares entre sí.

La respuesta está en los matices. Puedes ser de un signo impulsivo y poco dado a los detalles, pero habrá algo en ti que evoque a la imagen del inmaculado Virgo. El ascendente es nuestra carta de presentación, ya que a través de él es cómo los demás nos ven; se trata de la imagen que proyectamos al mundo.

Si tu ascendente es Virgo, seguramente te interesará leer el horóscopo Virgo, ya que habrá para ti una predicción que se corresponda con lo que estás atravesando, así como también te sentirás identificado con las características del signo que marca tu paso en esta vida.

Cómo te moldea tu ascendente en Virgo
Personalidad: te inclinas por los detalles pequeños, pero te cuesta ver lo macro. Entregas tu confianza a los demás cuando estás bien seguro de que no te traicionarán. Te gusta complacer a los demás, sin que ello te quite tiempo para tus innumerables quehaceres.

Apariencia física: eres delgado, pero no atlético. Tus movimientos son rápidos y precisos, pero no necesariamente gráciles. De forma casi imperceptible, hay algo de masculino en ti. No tienes que trabajar mucho para fortalecer tus músculos, pero sí para conseguir la elasticidad que te proporcione la elegancia que tanto buscas.

En el trabajo: te destacas en tareas relacionadas a los servicios personales, ya que tienes una marcada vocación de atención al cliente. Donde estás tú, se garantiza que las personas salgan de allí narrando una experiencia, más que positiva, reconfortante. La meticulosidad acompaña a cada una de tus tareas y no tienes reparos en completar el trabajo de los demás si consideras que este quedó incompleto o mal hecho.

En casa: la limpieza es lo más importante en tu hogar; detalles como la decoración, los libros y un vistoso cubrecamas pueden esperar. Quien entra a tu hogar, no se queda impactado con le belleza, pero sí puede llegar a perder el aliento ante el impacto de ver reflejado su rostro en el suelo, tal como si este último fuera un espejo.

En el amor: lejos de las crisis pasionales y de celos, te gusta vivir una historia de amor tranquila, pero segura. Buscas la estabilidad, incluso se podría asegurar que apuestas por la eternidad. Tu gran problema es que te ciñes a lo conocido y sueles arrastrar al ser amado a una rutina sofocante.

Con tus amigos: eres una persona de pocos amigos y de muy baja actividad social. Hay que obligarte a salir y a distraerte. No eres precisamente el alma de la fiesta, pero con el tiempo te acostumbras a dejar tu criticismo de lado, aunque en el camino pierdas unas cuantas amistades. Eres leal, pero no buen compañero. Tiendes a pensar que extendiendo unos billetes ya estás ayudando a quien está en problemas.